En la última parte de la década de los años 80 algo se estaba moviendo en el sector vitivinícola español, y La Rioja no era una excepción. En La Rioja, 1986 había sido la primera añada de un vino que marcaría un antes y un después: Barón de Chirel, de Bodegas Marqués de Riscal, que saldría al mercado en 1991. Pero ya no eran sólo las familias de cada región las que iniciaban nuevos proyectos en su propia zona: una nueva “cosecha” de impulsores del vino fluía por las distintas regiones vitícolas, cuyas fronteras parecían haberse difuminado.
Es en ese momento cuando llega a La Rioja la pareja formada por Mario Rotllant y Carmen Daurella, con el firme propósito de desarrollar un proyecto que aportara un nuevo impulso al mundo del vino: Bodegas RODA, en referencia a ambos apellidos. Y llegaron aspirando a lo máximo, pues eligieron el legendario barrio de la Estación de Haro para instalarse; el mismo barrio donde se habían gestado los grandes momentos del vino de rioja.
Desde un inicio se decidió emplear sólo variedades autóctonas de uva tinta: Tempranillo, Graciano y Garnacha. La tempranillo es capaz de dar vinos de gran nivel, que combinan potencia, elegancia y una enorme paleta de registros aromáticos y gustativos. La variedad Graciano, más difícil de cultivar, produce vinos de intenso color, de PH muy bajo, con reflejos púrpuras y aroma fresco y especiado; resulta una variedad perfecta para ensamblar con el tempranillo. La garnacha se cultiva en la zona más meridional de La Rioja, en suelos pedregosos y a las mayores altitudes. RODA, como ha explicado muchas veces el Director técnico de la bodega Agustín Santolaya, pretende mantener un completo respeto de la añada, debiendo ser cada vino un reflejo de las condiciones que se dieron en el año en que su uva fue vendimiada. Vinos que muestren la personalidad del suelo de donde proceden.
El proyecto Roda es un proyecto joven, pero que ya ha dado muestras de ideas claras y trabajo bien hecho. El camino será todavía largo, pero cada año que pasa esta iniciativa se consolida entre las más consistentes del panorama vitivinícola español.
Las Viñas de Roda
RODA controla actualmente unas 150 hectáreas de viñedo, de las cuales aproximadamente la mitad son en propiedad mientras que el resto se gestionan mediante acuerdos con viticultores, con un procedimiento para valorar las uvas de los proveedores de un rigor nunca antes visto hasta la llegada de este proyecto al barrio de la estación de Haro. En total se trata de casi una treintena de pagos vitícolas de viñas viejas distribuidos en los mejores ecosistemas de la zona, de los cuales cada año se vinifican los 17 mejores, en función de la meteorología de la campaña. Del resto se vende la producción de uva. Los viñedos viejos permiten conseguir un perfecto equilibrio de producción (no más de 5.000 kilos por hectárea, lo que equivale a unos 34 hectolitros), debido a la profundidad de sus raíces y a su mayor resistencia a la sequía y a las lluvias excesivas, aportando mayor complejidad a las uvas. Las altitudes del viñedo oscilan entre los 380 metros y los 650 metros sobre el nivel del mar, con suelos variados (arcillo calcáreos, arcillosos, terrazas pedregosas, arenosos), siempre con buenas orientaciones.
La vendimia se realiza en pequeñas cajas de 18 kilos, para que la uva llegue a la bodega en perfectas condiciones. Cabe destacar, además, que RODA dispuso de la primera mesa de selección que se instaló en Rioja. La vinificación se realiza en grandes tinas de roble francés, con capacidades entre 12.000 y 20.000 litros y con sistema de control de temperatura. En total la bodega dispone de 17 tinas (nótese: una por pago), que se renuevan cada 10 años.
La formación de la vid se realiza en el clásico vaso riojano, con tres brazos irregulares que salen desde el suelo y pueden alcanzar hasta 1 metro de altura. Cuando un brazo se rompe, debido a su edad o por su inestabilidad, se sustituye por un nuevo brote desde la base. Esta disposición de la vid permite que los racimos estén perfectamente aireados, sin tocarse unos con otros.
La bodega defiende un cultivo sostenible, siendo el respeto a la naturaleza una auténtica obsesión. Los abonados se limitan al mínimo imprescindible, aportando la mayor parte en forma de estiércol, y la hierba suele crecer libremente desde el mes de octubre hasta el mes de abril. Las franjas exteriores de los viñedos se mantienen con la flora autóctona durante todo el año para que los insectos beneficiosos puedan cerrar su ciclo. Los tratamientos fitosanitarios son fundamentalmente en forma de azufre y cobre, evitando, en lo posible, los productos de síntesis química.
Los Vinos de Roda
Los vinos de RODA tienen estilo propio, con una nariz acogedora. Los aromas predominantes proceden del viñedo, con la fruta roja o fruta negra siempre presente. La madera, en segundo plano, casi no molesta. Las especias dulces y las notas minerales, aportan complejidad. Los registros balsámicos dan frescura. En la boca es donde se hacen grandes. Voluminosos, sabrosos, frutales y largos, con taninos fundidos y suaves, dan sensación de plenitud y de frescura. Invitan a beber y a comer con ellos. El compromiso de RODA consiste en ofrecer el mejor vino posible que la añada meteorológica ha sido capaz de crear en los viñedos. Vinos de Granada
Los vinos realizan su crianza en barricas de roble francés, el 50% nuevas y el otro 50% de un vino, manteniendo separados los 17 ecosistemas vinificados. La duración de la crianza en barrica varía dependiendo de cada pago, pero la norma habitual está entre 12 y 16 meses. Cuando los 17 vinos diferentes llevan un año de barrica, llega el momento definitivo de decidir el ensamblaje de los pagos destinados al RODA y los destinados al RODA I, los dos vinos de mayor producción de la casa.
Para Roda (hasta la cosecha 2002 se denominó Roda II) van los vinos de fruta roja, con aromas presentes desde su juventud, vinos listos para ser apreciados de inmediato, frescos y con recuerdos de especias dulces. En boca la fruta roja es la protagonista, con un paso de boca fresco, largo y sedoso. Vinos perfectos para la gastronomía.
Para Roda I van los vinos de fruta negra, con aromas profundos, con notas minerales, de chocolate y ciruela negra. En boca son vinos frutales, con volumen, complejos, envolventes y largos, con taninos fundidos e igualmente frescos. Les suele venir bien una decantación. De esta forma, hay viñedos que un año van a formar parte de Roda I y al año siguiente forman parte de Roda, y viceversa, e incluso puede haber años que no entren a la bodega. Todo depende del capricho de la meteorología anual y de su interpretación en cada ecosistema.
Tanto Roda I como Roda salen al mercado como reservas, y por lo tanto según las normas de la denominación de origen tienen que pasar tres años entre barrica y botella. Si su crianza en barrica ha sido entre 12 y 16 meses, en botella permanecerán entre 20 y 24 meses como mínimo. Los dos vinos tiene vocación de salir al mercado listos para beber, pero con vida por delante para poder mejorar durante muchos años.
El vino de gama alta de la bodega es el Cirsión. RODA observó en el año 1995, que algunas cepas producían uvas cuyo sabor era muy diferente al de las plantas de alrededor. Mientras la sensación habitual de la cata de una uva es de fruta fresca, acida y dulce, en esos casos la sensación era de plenitud, de volumen, con registros más próximos a un vino que a una uva. Se comprobó que había cierta predisposición en algunas plantas a que esto se repitiera añada tras añada, pero además de la genética y de su microclima, también influía el efecto de la añada meteorológica. En el año 1.997 se eñaboró el primer Cirsión, que no salió al mercado. Cirsión es de un profundo color negro púrpura, con un aroma que se despliega en sucesivas capas: fruta muy negra, tierra húmeda, violetas, chocolate, menta, eucalipto, humo,… En boca su volumen es enorme, conjugando estructura y suavidad. Es una auténtica avalancha de aromas y sabores que perduran acariciando el paladar y volviendo a la nariz por la vía retronasal. Agradece una decantación de varias horas antes de su consumo, sobre todo en añadas jóvenes.
Notas de Cata: Roda
Roda (Roda II hasta la cosecha 2001) (Añadas catadas: 2002) ¿Dónde comprar?
Roda II (Roda desde la cosecha 2002) (Añadas catadas: 2001) ¿Dónde comprar?
Roda I (Añadas catadas: 2003, 2001, 1999, 1997, 1995) ¿Dónde comprar?
Cirsión (Añadas catadas: 2004) ¿Dónde comprar?
Bodegas Roda
Avda. Vizcaya, 5 (Barrio de la Estación)
26200 Haro (La Rioja)
España
Teléfono: +34 941 30 30 01
Fax: +34 941 31 27 03
Web: www.Roda.es
Producción Anual: – botellas
No pertenece a ningún grupo propietario de otras bodegas
Roda (Rioja)
En la última parte de la década de los años 80 algo se estaba moviendo en el sector vitivinícola español, y La Rioja no era una excepción. En La Rioja, 1
vinosdegranada
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2024-11-22
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